martes, 8 de enero de 2008

Paseo Infernal

Hoy subí al infierno para cambiar de ambiente. Miré las súplicas de los condenados, el dolor impregnado en sus rostros clamando piedad, toqué sus lágrimas. Caminé por el fuego, y sentí cada desesperación muy adentro de mi pecho y supliqué misericordia.

Mefistófeles tomó mi brazo y me arrojó fuera de su infierno. "Esto no es para los vivos" dijo enfurecido y me vine caminando angustiada. Luego me encomendé a Dios y también se enojó cuando le pregunté "Eso quieres para tus hijos".

1 comentario:

Alejandro García dijo...

el final es triste pero cierto. Dice Oscar de la b¿Borbolla, que no hay pena en este mundo que sea lo suficientemente grave para ser castigada por la eternidad.

Me agradó. Si lo hubiese vivido yo , seguramente al retornar al mundo vivo, no abria encontrado absoluta diferencia.