domingo, 18 de marzo de 2007

A Punto de Estallar



10 segundos

Disculpe no puedo. Tengo una bomba a punto de estallar. Verá usted, está depositada en mi cabeza. Pero no, no es en la cabeza, realmente está entre la frente y el cuello. Así que apártese por favor, en cualquier momento explotará y usted puede salir dañada.

09 segundos

Es grave, lo reconozco. Gracias no es necesario que llame a Carabineros o a la ambulancia. Verá, todo pasó tan rápido que no alcancé a ver el rostro de los entes o seres que me hicieron esto, talvez fue una persona o varias, como le dije, no pude ver nada.

08 segundos

Aunque usted no lo crea, fue así de rápido. No, no había bebido. Se equivoca, no soy adicta a droga alguna. Mi única adicción es el silencio, un paseo cotidiano por calles nocturnas, saltar pozas de agua en invierno. En realidad soy adicta al invierno, a esos días de neblina espesa, y un pisco sour o dos aunque la ocasión no lo amerite, como también a tres copas de vino o seis, pero hace una semana que no bebo nada.

07 segundos

Aún el miedo está ausente, desde siempre ha sido así, no le temo a nada ni a nadie, ni siquiera a lo divino, quizás por ello me he expuesto al sable de la vida, he provocado y tentado al destino. Creo que nací caminando en sentido contrario, con decirle que hasta las brujas me conocen e ignoran, porque saben que no consiguen asustarme con sus hechizos de tercera categoría.

06 segundos

Se lo agradezco, pero un sacerdote no me sirve, dígame ¿Qué puede hacer él para ayudarme? A lo más podría bendecirme para morir en paz, pero estoy en paz, estoy tranquila conmigo, y no espero resucitar y si resucito saldré inocente el día del Juicio Final. Ahora usted me habla de la iluminación de los budistas, le puedo decir que he tenido momentos de vacío total en mi mente, sobre todo cuando he salido después de visitar el Infierno.

05 segundos

Ese grado de locura que usted dice puedo tener, reconozco que existe, pero es solamente en este momento. Comprenderá que faltan cinco segundos, pero toda mi vida ha sido una buena cuota de racionalidad. Reconozco que varias veces la perdí cuando la euforia nocturna depositaba sus pétalos en el bostezo de mis poros, que siempre están en actitud de sueño. Quizás perdí la razón cuando buscaba en aquel día despejado gotas de rocío para depositarlas en el marco de mi espejo ovalado.

04 segundos

No, lamentablemente no soy escritora ni poeta, si lo fuera podría hacer de esta situación un cuento o un poema, pero no tengo la capacidad de extrapolar emociones personales o ajenas. El único talento que poseo es respirar, talento que en este momento está creciendo, ya que respiro demasiado rápido.

03 segundos

Insisto, no tengo miedo. Usted dice que moriré, pero dígame ¿Cuántas veces en un solo día morimos sin darnos cuenta?. ¿Cuántas veces hemos salido de un lugar desechas, agonizantes, a punto de morir o muertas y al otro día hemos despertado y partido al mismo Gólgota donde nos han crucificado?.
No se preocupe, en un sólo día muchas veces viví eternidades eufóricas, gocé instantes colmados de plenitud, le confieso que el mundo giraba en mis manos, reconozco también ciertos infiernillos y estados de pesadumbre, pero ahora no quiero pensar en ellos, estoy en mis últimos momentos, así que es mejor pensar sólo en lo bueno.

02 segundos

Lamento no haberla conocido antes. Aléjese por favor. Aléjese estoy a punto de estallar, gracias por su paciencia. Usted sabe, toda bomba tiene un detonador con cuenta regresiva. Perdón, ¿Qué dice?. Entiendo, ¿Qué queda pendiente en mi vida?, Debo confesarle que nada, como le dije he caminado por cielos e infiernos, por locura y racionalidad. Es tiempo, ha sido demasiado vivir en calles, puentes, bares, de buena y mala reputación, esto de conocer el ABC de la vida me ha llevado a caminar por diversas heridas hasta formar costras y ausencias prolongadas, por el gusto que siempre he tenido de la ausencia de mí. Se da cuenta, en estos momentos de agonía no existen apellidos nobles, riquezas materiales que alivien este dolor que tropieza en la calma y luego cae en la desesperación, para luego equilibrarse entre angustia y serenidad.

Sí, fui una mujer de amanecidas tempranas, de sacos y cajones al hombro, es decir, una mujer cargadora de feria, a mucha honra. Amachada, amachada me dicen, porque nunca han visto lágrimas ni emociones, porque nada me queda grande.

01 segundo

Insisto no se preocupe nadie se dará cuenta, apártese, váyase, no sea testigo de esta nada, falta un segundo y usted y yo lo sabemos, personas anónimas como yo y tal vez como usted no llaman la atención de nadie, somos un número estadístico considerado solamente cuando hay elecciones, pertenecemos a esa masa grosera llamada pueblo o carne de cañón y el pueblo tiene sangre de sobra para morir esperando atención.

Perdón, he perdido en este momento el horizonte, no se desespere, no llame a nadie, es la primera vez que esta mujer amachada se muere en la desesperación.

00 segundos

No, no me abrace, haré explosión en cualquier momento, no falta nada, ¿Sabe? Realmente quiero explotar. Sí, quiero explotar y disculpe, pero, por primera vez lloro en el hombro de alguien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola chica:
Vine de pasadita a visitarte y te diré que este relato detuvo mi atención. Me pareció muy interesante, especialmente porque caí en la idea que intencionadamente quisiste darle (creo) de pensar en una bomba cuando era un simple y maravilloso momento de desahogo: llorar, llorar, siempre ha sido muy liberador en todo relato el acto tan humano y tan contenido a veces de llorar... eso... nos vemos pronto... Jenny