viernes, 14 de diciembre de 2007

Observación Errónea

Hoy, caminé por la ciudad. Esperanzada fui lenta orillando emociones, empuñando sueños. Esto es vida, dije, caminar sin prisa alguna, mirar gente cotidiana como yo, alegre me hice partícipe de este girar vertiginoso sin llegar a la náusea.

De regreso en casa, sentí un leve agotamiento y dolor de espalda. Nada mejor que una ducha, para calmar dolores musculares.

Al mirar el espejo divisé cuerpos recién cercenados colgando de mis pupilas.

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