Amanecí pegada a la madera
entrecortada, entreparéntensis
entrehoras colmadas de espera
con una sensación de ausencia
pintada en el pecho.
Busco en ventanas nocturnas,
en el calor de mis manos dormidas,
en el color del cigarro encendido,
busco la mirada primitiva
de mi primera eternidad.
El ruido de la madera camina
sobre las diosas que me habitan
sobre la mujer que me está naciendo
en actitud de tierra.
sobre las diosas que me habitan
sobre la mujer que me está naciendo
en actitud de tierra.
2 comentarios:
.... hermosa muerte, sublime despertar...
sigue descubriendote
pero descubrete en pieles tersas como el amanecer lluvioso en este lugar del mundo, desde mexico con cariño
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