viernes, 17 de noviembre de 2006

Persiste Cesantía


Soy la perfecta imperfección de una realidad común, que los otros quieren ver sólo en estadística. Nadie quiere mirar carne, rostro, ni oír la voz de una Cesante porque todos tienen la convicción de que siempre necesitamos algo.

Soy sospechosa en primer grado por el simple hecho de no tener trabajo.
Sospechosa de molestias, de alguna moneda perdida, de andar con malas vibras y con cara de pedir fiado en el negocio de la esquina.

Sospechosa de tener tiempo libre para inventar tonteras, de andar siempre con la libreta atrasada a la espera de alguna invitación y de una desnudez en decadencia como las esperanzas de que esta pesadilla finalice antes que termine la tarde, para que el insomnio no colme de puntos suspensivos otra noche y amanecer triturada junto a la última esperanza.

Triturada junto a la última esperanza, camino por el cansancio y por esta sensibilidad que no quiere perder la dignidad, ni entregarse a la desesperación de estos días sin futuro.

Continuo pendiente, indigente y postergada, con una sonrisa profesional en las manos, infinitas copias del currículum y de mi misma. ¡A estas altura todo original se ha perdido, inclusive el de mi propia esencia!. Aún así, la vida continúa y en cada atardecer agradezco la sombra iluminada en el espejo.

Cansada, desnuda, triturada, emerjo sonriente desde las cenizas que fui ayer, el mundo no doblega a quien aguarda respuesta, no existe el fracaso para quien espera.

Me apodero de los lugares públicos, por eso me siento en una banca municipal, si hace mucho frío o calor, hay que entrar al museo o a alguna exposición de algo, lugares donde te puedes tomar un café gratis, o pedir un vaso de agua sin que nadie te ponga mala cara, ya que todos tienen poco quehacer.

El celular suena, la vacante ha sido ocupada, o no fui seleccionada. ¡A la cresta esa oportunidad!. Me deprimo medio segundo y continuo esperando mientras converso con otra cesante sobre lo inestable que está el tiempo y lo gastado en fotocopias y en correo.
La locomoción no importa, hace bien caminar cuarenta o sesenta minutos diarios, sirve de ejercicio, para que se va a gastar en micro o colectivo, hay que caminar. Así la tragedia se mira por el lado positivo, lado por el cual mira todo chileno su realidad. CONTINUARÁ.

Inviernos con la Abuela


Hoy amaneció con neblina. Con esa niebla que gotea intermitente y cae en pequeños ruidos sobre el techo. Hace frío le digo a la abuela. No mucho, me responde, antes los inviernos eran inviernos, la calle brillaba por la helada caída durante la noche y luego la helá se subía y llovía con frío.

No quiso ir a vivir con nadie después que murió el abuelo. “Nadie decide por mi y no soy un mueble” nos dijo mientras golpeaba con el bastón el piso encerado de la cocina. “Dios sabe cuando y como tengo que morir”, dijo mientras atizaba el fuego del brasero para terminar de coser las churrascas.

Desde entonces nos turnamos para venir a verla. Este fin de semana es mi turno. Estamos en la boca del invierno, en esta época la abuela comienza a leer el génesis y a tomar milo. Una serenidad intocable cuelga de sus sienes y lo único que espera es partir a los brazos del abuelo. Le dice a Dios que ya está bueno, que es hora. Pero Dios aún la tiene como roble cuidando el jardín, la pequeña huerta donde saca todos los días hierba para el mate.

Esa biblia quizás cuantas veces ha sido leída, página a página durante un año y siempre el génesis comienza a leerlo a la entrada del invierno. Hoy el día comenzó con neblina. La miro: Miro la estufa a gas intacta, el teléfono con un paño encima, intacto, así como divino o como un templo intocado y respiro tranquila. Apago el celular y me entrego a su mundo de churrascas, café de trigo, mate y de almuerzo, de almuerzo hoy tiene pantrucas.

Me olvido de la comida rápida, las papas fritas y salgo los domingos de su mundo, oliendo a carbón y naftalina, pero salgo renovada y feliz y comprendo el mundo con su sabiduría, con esa eterna serenidad que sólo ella transmite a mi convulsionado mundo.

Sabiendo que no creo, me lee algunos párrafos de su biblia, luego cierra el libro y me habla en murmullos. Sus palabras suavizan la dureza de mi rostro al sentir que sin hablarle de mi rutina, me conoce, me reconoce y alberga como dios primerizo buscando oídos para justificar su presencia.
La abuela tiene que morir algún día, lo sé, lo que no entiendo y no comprendo es como empezar un invierno, el primer invierno cuando ella sea la neblina que caiga silenciosa por el techo.

Felicidad de un Marginal


Búsqueda irreversible este pequeño don que huele a copa gastada en la misma esquina de hace tantos siglos. El humo golpea los vidrios salpicados de barro, mientras afuera, al lado de la puerta duerme un perro callejero soñando que ha llegado a casa y nosotros soñando que hemos llegado al olvido.

Henos aquí, con los ojos empuñados tratando de olvidar el vértigo del mundo, corriendo en dirección a la huída donde calmar la herida de nuestros fantasmas que al llegar la noche nos muestran la arcilla de esta furiosa soledad.

Nacimos distantes del original de la vida, con un ángel funerario bien adentro, llenos de camino y furia porque no pedimos este dolor, esta memoria que es un crimen, un castigo, una lágrima detenida en mitad del rostro y pesa como piedra y quema como arde la vida.

Así somos los inquilinos de este destino, o de esta circunstancia eterna. Así somos los que llegamos a este bar donde siempre es media noche, el tiempo está detenido en sus ventanas, sudando con nuestro sudor. Estos vidrios es lo único que sostiene algo de nuestro vagar y escucha atento nuestras palabras.

Aún así, aquí cantamos, creemos que somos felices y que tenemos dios, que importa que no llegue, pero él nos recibirá antes de llegar a la fosa común.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Alma Inocente


No despiertes. Continúa relegada a la inocencia, respirando despacio para que nada ni nadie te humille, te someta, te clone o pongan en una probeta y te hagan vivir de manera artificial, o te hagan vivir de modo real.

Continúa en tu sopor
sueña sin limites
ingobernable
no dejes huellas
pero continúa existiendo
ingobernable.

El aire ha sido contaminado, el agua enfrascada y nosotros sometidos a la ley humana y divina, como sea, sometidos. Aún así aún existen guardianes cuidando tus fronteras para que vivas tranquila lejos de la moral, la complacencia y estas estúpidas guerras cotidianas donde se entrega la vida que debemos vivir mañana.

Y así vivimos, a crédito, en pequeñas cuotas, de forma elástica estirando el pan, el cuerpo. Este cuerpo guerrero con armas moldeables, acondicionadas, entregadas al enemigo, y a veces, muchas veces entregadas a nosotros mismos, al vernos sobrepasados de horarios y trabajos sin tregua. Estudiando el día el día, para que no sobre ni falte un gramo de grasa ni de esperanza, amasando alegría, para que el universo responda a nuestra necesidad de vivir en un mundo más original.

No te canses cuerpo, no te fatigues
en el paraíso de los impuestos
no reclames, no te insomnies
por la cuota vencida.
Tienes crédito.

Sí, tenemos facilidades para vivir, perdón mejor dicho comprar. No, la realidad es que tenemos derecho a endeudarnos, a pagar tres veces lo solicitado. Antes los pecados se pagaban con tres Padre Nuestros y tres Ave María, pero aquellos pecados respondían a una falta divina, y hoy lo divino se ha transformado. Lo divino está al alcance de nuestras manos, el templo es un smoll donde ir a recrear nuestras fantasías, un salón de café donde ir a confesar los pecados, un cine para olvidar lo cotidiano, una vitrina donde podemos soñar lo que se anhela comprar o un ciber café, para caminar por el mundo tener amigos confidentes a quienes con un sólo clic podemos dar de baja.

Porque hoy estamos conectados con medio mundo, tenemos amigos al otro lado de la frontera, amigos que saben la mitad de nuestra vida o de sueños, pero no está la pupila, el saludo fraterno, esa música que lleva nuestra voz al oído del otro que nos escucha. Sólo existe el tecleo en esta amistad y la gratuidad de no conversar más, no respondiendo al correo electrónico. Total ese amigo no irá a golpear la puerta a mirarnos cara a ojo preguntando lo que pasa.

aún conectados
seguimos solos
con esa soledad amarga
que sólo entrega
desesperación.

Y es que nadie nos enseñó que la soledad, el silencio, son buenos compañeros. Con ellos te conocemos, conocemos tu pudor, la cuerda locura de saber que existes, que vives radiante, inmaculada, con una inocencia que encandila y aturde a cualquier pupila que pueda mirar la frescura de tu fuego. Porque eres algo no tangible y sin embargo eres dueña de una fuerza jubilosa en estado puro y primitivo.

No aceptas dosis, ni pócimas, ni leyes, tienes sangre maestra y una humildad que nadie soporta. Quizás el amor cuando se expresa en su más excelsa pureza puede compararse a tu serena brutalidad inmaculada.

No despiertes Alma mía, sigue viviendo respirando, dentro de nosotros, para que nadie te pueble, ni te pongan tubos, para que no veas noticias y permanezcas como nosotros algún día fuimos:

Inocentes.


RECONCILIACIÓN

Quizás algún día esta alma que me habita borre su innata nostalgia, el aire sereno y nebuloso que nos separa como si fuéramos dos extrañas respirando con pulmones diferentes.

Confieso que le enseñé el útero de la soledad, vivir en sus arcas sin que el oleaje de lo cotidiano perturbe el silencio amarillo de esta racional locura, de mirar todo como si fuera una diosa recién parida a orillas de una tierra que sólo conoce el aroma de una rasguñada caricia.

Mi extraña habitante conocida. Mi pobre Alma ha tenido que vivir a través de mis gestos. Fue sentenciada a mi piel, a responder y llevar mi nombre. Ha tenido que soportar las aventuras de noches virginales y endemoniadas. Ha tenido que oler el perfume de mi silencio y caminar sobre inviernos cuando aún es primavera.

Ahora estoy mirándola con el mejor original que me queda, después de tantas fotocopias quemadas en el infierno. Responde a mis ojos sin orgullo ni grandeza y yo no puedo sostener la voz de su mirada y me quedo desnuda oyendo el silabario de la pureza, que aún mantiene después de vivir bajo la lluvia cotidiana de mi forma de ser.

Mi Alma confiesa que no es necesario vivir a pulso, sosteniendo en la garganta gritos, vacíos y pequeños infiernos, que la vida es reposo, una tregua disfrazada de luchas innecesarias, una hermosa canción entonada con tristeza y dolor.

Desde ese encuentro acepto el barniz sereno de su piel, he dejado de gobernarla y somos una sola divinidad, con dos soledades hermanas respirando juntas en un mismo pulmón.

lunes, 2 de octubre de 2006

Juana Inés de la Cruz


SABIDURIA CASTIGADA

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, fue una niña prodigio, quien a los tres años acompañaba a escondidas a su hermana a clases, fue así como aprendió a leer. Después vive en el pueblo de Panoaya con su abuelo Pedro Ramírez, quien tenía una biblioteca de la cual nuestra Juana Inés alimentaba su espíritu, sin importar los castigos a los que era sometida. Gracias al contacto permanente con los indígenas aprende a hablar Náhuatl. Luego es trasladada a la ciudad de México a vivir con unos parientes de su madre, quienes la enviaron a estudiar latín, para gran sorpresa de todos, aprendió esta lengua en sólo en 20 clases.

A los trece años es llevada a la Corte Virreinal para convertirse en dama de compañía de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, dama culta y muy inclinada a las letras. Poco antes de los diez y seis años decide no contraer matrimonio para dedicarse exclusivamente al arte. El único camino a seguir para continuar con sus estudios es el convento, sabía que la iglesia contaba con una variada y extensa biblioteca que no estaba al alcance del público. Es así como opta por recluirse en el convento de San José de las Carmelitas Descalzas, donde sólo está tres meses y se enferma, por lo que debe regresar a palacio, después de un año y medio regresa a la vida religiosa en el Convento de San Jerónimo es así como el 24 de febrero de 1669, toma los votos para convertirse en Sor Juana Inés de la Cruz.

Sus lecturas ahora continuaban siendo objeto de regaños ya que su confesor el padre Antonio Núñez de Miranda, le reprochaba que escribiera, como también que tuviera el hábito de la lectura porque no eran actividades bien vistas para una monja. Fue castigada en la infancia y luego en su vida adulta por la pasión que la mantuvo despierta durante su corta vida.

Una de las cualidades de esta célebre mujer, fue la capacidad de renuncia que tuvo para seguir el camino que realizaría y culminaría la razón de sus sueños. Esta capacidad de seguir soñando sin medir el tiempo, no fue fácil ya que tuvo opositores de poder, que celosos de su genialidad y sabiduría, pretendían hacerla callar. Su capacidad de renuncia es amor al arte, el cual la poseyó por completo desde su infancia. Las lecturas la embrujaron a tal punto que sólo encontró reposo y deleite en las páginas de un libro.

No quiso nada de lo poco que en ese tiempo el mundo ofrecía a las mujeres. La pasión por escribir levantó en su alma un templo donde rendirle tributo a la diosa “poesía”. Renunció a vivir en palacio y llevar una vida confortable, cotidianidad cercana al placer buscado por cualquier mortal que sólo pretende anhela lujo y comodidad. Su enclaustramiento sólo puede responder a las ansias infinitas del silencio que se requiere para leer y escribir, no necesitó sumergirse en lo cotidiano para comprender y sentir el pulso de la rutina vivida en sociedad. Optó por silencio y quietud para oír las voces sufrientes del pueblo de su alma, renunció al baile del palacio para bailar con la sombra de su pluma la melodía que entonan las palabras.

Como fiel espectadora contempla desde el balcón la escena social, mira como actúan hombres y mujeres en el teatro de la vida, para luego volcarse sobre sí misma y escribir en forma certera y visionaria uno de sus más conocidos poemas, en el cual en forma delicada y directa reprocha a los hombres la forma de ser de las mujeres. Este poema hasta el día de hoy aún está vigente, el tiempo no ha devorado el sentido de sus palabras y se ha encargado de mantenerlo joven y fresco para el deleite de todas las generaciones que han pasado por la historia. Declama la realidad del sexo femenino en sesenta y ocho versos de impresionante melodía.

“Hombres necios, que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansias sin igual
solicitais su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?.”

El inicio del poema plantea una verdad general, la que después se irá convirtiendo en verdades particulares sin perder, en ningún momento, el hilo conductual que cruza todo el poema.

El desgarro sentido ante la magia que encierran las palabras la convirtió en una persona de carácter fuerte al momento de defender sus planteamientos, como también en un ser puro de espíritu, donde la sensibilidad fue una sutil daga incrustada con delicadeza en el velo de la sociedad.

A pesar de su firmeza tiene que haber sufrido demasiado, porque sintió demasiado el honor y la furia que el destino depara a los humanos. Se dolió ante la forma concreta que toma la vida para manifestarse. Esta manifestación la resume en su rostro, pintando un retrato con palabras que no se pueden plasmar en un cuadro, porque cada verso tiene una forma etérea donde sólo la imaginación puede leer y entender el mensaje que nos envía de cómo es ella en su aspecto exterior:

“Este que ves engaño colorido
que del arte ostentado los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores
y venciendo del tiempo los rigores
triunfa de la vejez y del olvido:
es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado,
es una necia inteligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada”.

La poesía cubrió por entero su naturaleza, la colmó de un amor tan fecundo que no dejó en su corazón un espacio libre para que fuera ocupado por seres ajenos o distantes a su humilde reinado poético. La sangre caminó por su espíritu, su espíritu se convirtió en sangre para amar el relieve armónico que hacen las palabras en el instante preciso en que son escritas.

Enamorada del amor sublime, se dejó abrazar por los libros, para sentir como el calor de aquellas páginas alimentaban su existencia, imaginó mundos donde la música iluminaba el camino del viento, para que pudiera tomar del infinito los escritos que parió en cada estación vivida entre murallas y ventanas del convento, entre gentes que supieron el valor de su respiro y otros que anhelaban borrar el paisaje real de sus sueños, quizás por celos o simplemente porque era mujer, pensaba y era valorada por quienes no miden la inteligencia por el color del sexo.

Con escasos cuarenta y tres años y con la sabiduría de una anciana, se enferma gravemente a causa de una epidemia, antes de morir es obligada a deshacerse de su biblioteca e instrumentos musicales. Hasta el final de sus días Sor Juana Inés de la Cruz, es castigada por haber nacido y vivido bajo el signo de las almas sensibles, como si fuera culpable de haber sido llamada, de haber sido elegida para ser diosa y escribir en el libro de los inmortales.

martes, 26 de septiembre de 2006

La Cárcel de María Carolina Geel


Hoy es un lunes diferente, amanecí con intenciones de hacer cosas nuevas y terminar asuntos pendientes, como por ejemplo, ordenar el escritorio, el cual parece una bodega del siglo pasado. No me extrañaría encontrar un tenedor, un trozo de pan mordisqueado, e inclusive mitades de galletas, o el cenicero que aún no encuentro en el resto de la casa.
Tratando de ordenar este paquete de virutilla me enredé en un libro de ciento seis páginas, escrito por la escritora chilena Georgina Silva Jiménez, quien usaba el pseudónimo de María Carolina Geel.

Tomé el pequeño libro entre mis manos y una sensación extraña de recorrer nuevamente sus páginas me hizo leerlo de nuevo. Se trata de “Cárcel de Mujeres” escrito desde la realidad más cruda que significa estar privada de libertad, pues María Carolina Geel, en el año 1950 disparó a su amante hasta causarle la muerte, en el lujoso hotel “Crillon”, lugar que por esa época era un punto de encuentro social de la burguesía santiaguina. Este acto le significó una sentencia de tres años y un día. Su fama de novelista, crítica literaria y ensayista llevó a que Gabriela Mistral pidiera su indulto al Presidente Carlos Ibáñez del Campo.

La obra de María Carolina Geel, se caracteriza por tratar temas de mujeres de una manera transgresora, sin miedo a romper con lo establecido. El prestigio por su pluma llevó a que Alone la impulsara a escribir mientras se encontraba recluida, naciendo así Cárcel de Mujeres. La palabra toma vida y la rescata de perecer. No encontraremos en sus líneas una confesión, muy por el contrario, Geel se aboca a narrar la realidad de las otras reclusas, convirtiéndose así en alguien invisible que puede observar todo con tranquilidad. Su capacidad de observadora secreta le permite descubrir un mundo del cual ella es partícipe pero a la vez ajena, va por los pasillos almacenando en su voz el alimento necesario para satisfacer el oficio y calmar sus días.

Al terminar de leerla me quedé pensando en todo lo que debió haber sentido para cometer aquel episodio, de la forma que amó o de lo mucho que debió haber sufrido para tomar aquella decisión, la cual se ve reflejada en el último episodio del libro, que dice:

“Cuando iba a partir, tuve la penetrante intuición de “algo”. Pensé que no regresaría. Guardé el arma en el bolsillo y escribí un papel, dejando una suma de dólares a determinada persona. Hubo un momento en que busqué cierto ridículo ante mí misma e intenté ampararme en él, pero al pensarlo y reconocer la profunda fatiga de mi ánimo, la certeza de que jamás, pese a haber vivido tanto, hallé un ser íntegro y fuerte y de que mi propia jornada fue una sola frustración, una disonancia, ví que yo estaba soportando unos días aciagos que no llegaría a resistir más. Frente a ello el ridículo era una pobre cosa que no se sostenía a sí mismo. Y no me salvó. Y allí, y llegué allí, y ante aquellos ojos vagos el acto monstruoso estalló de mi ser y todo se precipitó, consumado. Para siempre. ¿Quién comprenderá? Para siempre.
Si puse un arma en el bolsillo, si cuando me dirigía hacia allá, por el camino me asaltó la ansiedad de que no vería nunca más el hondo verde de la naturaleza, el aire azul, las viviendas de los hombres y dije a aquel chofer que fuese más lento, ¿iba yo ciertamente al encuentro de mi muerte? La libertad de morir había sido cultivada, meditada pro mí desde muchos “estados”, es decir, era ella la reserva delicada de las tristezas que trajeron los años, el acto simple de una soledad impenitente, la decisión justa que resultada de una incapacidad casi patológica de estar entre los seres, la meta natural de esa grave y constante angustia de no servir para nada ni para nadie. ¿Iba pues, hacia el fin? Si iba, ¿Qué transmutación animal degeneró mi voluntad? Quizás hay climas morales que al saturar inficionan, y yo recuerdo mucho que el transcurrir de esas horas, de esos días, era denso, atribulado y estaba como regido por las leyes mudas de la muerte.
A menudo yo me sorprendo ensimismada, de pie, en el centro del cuarto, igual que muchos, seguramente, antes que yo; igual que hoy mismo muchos otros en las cárceles del mundo”.

El libro nos hace entrar a ese mundo que ahora conocemos por los diferentes programas de televisión, pero en aquel tiempo, la cárcel era sinónimo de hermetismo. En presidio escribió Cervantes y Oscar Wilde, pero es María Carolina Geel quien nos acerca a una intimidad misteriosa, llena de silencios gritados, donde la noche se comparte con ausencias que van más allá de cualquier soledad conocida.

martes, 12 de septiembre de 2006

Inauguracìón Centro Cultural al Margen


El sábado 9 de septiembre se inauguró en Talca el Centro Cultural Al Margen, ubicado en calle Uno Oriente, entre Tres y Cuatro Norte. Este nuevo recinto pretende dar un espacio al desarrollo del arte y la cultura en la ciudad de Talca. La idea provino de la compañía de teatro Al Margen dirigida por Héctor Fuentes, quien expresó una gran satisfacción por la concreción de esta iniciativa e invitó a los artistas de la Región del Maule a utilizar este espacio.














lunes, 11 de septiembre de 2006

Protestas de los de Afuera



Se ha convertido en costumbre protestar. ¿Cuándo y porqué nace una protesta? ¿Porqué carteles con letras grandes y gritos desesperados?. Alguien protesta y grita para ser escuchado. Es como volver a la infancia cuando debíamos llorar para que la mamá nos diera alimento. Sin embargo, ya maduros debemos pintar lienzos, proclamando nuestra necesidad. Tanto en la infancia como en la etapa adulta se pide algo que es necesario y fundamental para vivir, con la única diferencia que ahora debemos trabajar para procurarnos el alimento y no pedirlo solamente desde la cuna.

Como nuestros gobernantes viven en la estratosfera debemos enviarles señales de humo, escribir en letras grandes lo que nos hace falta para no morir o no suicidarnos, sin embargo, ellos parecen estar ciegos o confunden las cosas, porque no leen y no escuchan los requerimientos de los ciudadanos que están abajo, o peor aún, que están “fuera” del cielo donde ellos se movilizan en vehículos con vidrios polarizados y escoltas que los puedan salvar de la frase mortal arrojada con bomba molotov “necesito trabajo para alimentar a mi familia.

Y ¿Quién escolta al de “afuera”, a esa persona que todos los días emprende un nuevo camino hacia la nada, hacía la búsqueda ineficaz y cansadora de un empleo? No existe ley que gobierne el hambre propia ni la de los hijos. Cada familia se aprieta el cinturón en el estómago hasta el último ojetillo, resiste, contiene la respiración y luego explota, grita y llora para no llevar el cinturón hasta el cuello.

El avance tecnológico, la aspiración a un mundo desarrollado, la globalización, el mercosur, no contemplaron los valores y la dignidad de los seres humanos entre sus objetivos, convirtiendo al ciudadano en una caricatura irreconocible. Una persona se convierte en caricatura cuando pierde la dignidad y debe trabajar en cualquier cosa, en sótanos, en lugares sin higiene, con horarios ilegales, trabajando todo el día o toda la noche para un sueldo de hambre y lo peor trabajando en silencio porque si levanta la voz pidiendo uno de sus derecho, corre el riesgo de perder el empleo.

Un animal maltratado se vuelve contra su amo, somos animales racionales maltratados que vemos a diario el despilfarro de la economía nacional en construcciones arquitectónicas como por ejemplo el Centro Cultual de la Moneda que milagrosamente no se llueve como las construcciones de subsidios habitacionales donde el ciudadano ha postulado con lo quitado al estómago, a los pies, al cuerpo, para tener una casa digna donde vivir con su familia.

Las máquinas iban a ser un aporte para que el ser humano tuviera más tiempo para el desarrollo de sí mismo, iban a ser un alivio y no este desplazamiento, este reemplazo decadente donde unos pocos contabilizan ganancias y no comprenden la génesis de una protesta. Pero todo fue una utopía, las máquinas reemplazaron la mano obrera, dejando a un gran porcentaje de personas sin trabajo, naciendo así una nueva clase social “los de afuera” sus integrantes son profesionales universitarios, técnicos y aquellos que estudiaron en la enseñanza media, pero no tienen una especialidad.

Estamos en la era de la racionalidad, bien vale traer a colación la frase “los sueños de la razón engendran monstruos”. Lo dijo Goya sin mayores pretensiones proféticas. Esta frase la escribió en uno de sus cuadros cuando cansado de retratar a personajes de la corte llegaba a su intimidad para dar libertad a su mente creativa, fue así como nacieron una serie de grabados satíricos conocidos como “Caprichos”. Quizás cuantos otros artistas estarán haciendo lo mismo, escondidos en su intimidad pintando, esculpiendo o escribiendo el gran vómito que produce el desamparo social.

Este discurso es infinito porque el sistema continuará con su discurso excluyente por lo tanto, las protestas de los que están afuera seguirán manifestándose porque Dios no ha escuchado las plegarias y fue reemplazado por el poder y la ciencia, pero esta nueva divinidad no promete una mejor vida ni eternidad, muy por el contrario, parece que llegará el día en que no tendremos dinero ni sepultar a nuestros muertos. “A los de Afuera” sólo nos queda rezar:

Padre nuestro que estás en los cielos
podrías venir uno de estos días
a la hora del almuerzo
a darte una vuelta, a este mundo
por el que tu profeta moisés
cruzó el desierto en busca
de la tierra prometida.
Santificado sea tu nombre
y no la realidad del hambre a la que estamos
acostumbrados desde que el fruto del huerto
se vende en supermercados.
Venga a nosotros tu Reino
y no esta globalización que nos ha desplazado
hacia un abismo parecido al infierno,
donde consumo y explotación humana
son instrumentos de tortura y exterminio.
Hágase tu voluntad y también la mía
no quiero que el imperio siga llenando sus arcas
con guerras y el sudor de quienes entregan la vida
por un sueldo light, libre de grasas, calorías y
de una jubilación digna.
Perdona y olvida nuestras deudas, préstamos e hipotecas
así como nosotros podemos olvidar las cuentas pendientes
dános hoy la educación y el pan de cada día
sin tener que pedir fiado
la fuerza para combatir las estafas del político corrupto
Más líbranos de los impuestos del combustible, del IVA
y de las equivocaciones médicas.
Amén Señor, Amén

Programas de Nada


En los matinales entregados por la televisión solemos ver la cara de una moneda en la que nada ocurre, todo es broma, chismes recetas de un chef que nunca se harán en la cocina de la Sra. María que vive en la Población Jardín del Valle.

El paseo por la vida de otros seres humanos llega a un nivel escandaloso donde modelos y deportistas son temas centrales en conversaciones de bajo nivel. Los animadores de estos programas ¿Tendrán estudios superiores? No imagino que universidad o instituto imparte la carrera del cahuín, con especialidad en alcahuetería opinando y ventilando sobre la vida privada de personas que no son héroes y no entregan aporte alguno a la sociedad y menos podrían ser un referente o un ejemplo de vida.

A pesar de todo existen animadores que tienen un cierto carisma, se debe reconocer que la gran mayoría se maneja bien en modulación y dinamismo para sostener un diálogo, cualidades que podrían ocupar en temas más elevados de conversación y así educar a través de la opinión y reflexión sobre diversas materias de interés público. Por ejemplo se podría analizar el caso del secuestro de la niña austriaca Natasha Kamusch, lo que significa ser raptada a los ocho años y vivir confinada en una pieza con escasos metros cuadrados para movilizarse, desconociendo durante muchos años los motivos que tuvo su secuestrador Wolfgang Triklopil, para haberla privado de llevar una vida normal. Tanto psicólogos como psiquiatras deberían efectuar un análisis más exhaustivo sobre problemas de claustrofobia, como también a que responde la personalidad de Wolfgang y como se podría reconocer a una presunta víctima que bajo amenaza de muerte pasa por nuestro lado y nosotros no nos percatamos ya sea por ignorancia o por exceso de insensibidad.

El fenómeno farándula está inmovilizando la memoria del espectador, ya que el producto entregado es una oda a la superficialidad, una invitación a inmiscuirse en la vida del vecino a mirar y criticar la intimidad del Otro olvidando que todos tenemos techo de vidrio. Gracias al comentario sobre la vida de ese Otro, los valores tanto éticos como morales se han ido olvidando. La discreción, la prudencia, el respeto por la vida privada son virtudes que actualmente alojan en el sótano de lo cursi y desechable. Todo nos lleva a pensar que el valor de la vida privada vale menos que el precio de un aviso comercial.

No se trata que los personajes de la farándula presten y vendan sus nimiedades intimas para permanecer vigentes en los medios de comunicación. Se trata de que nosotros lo hemos permitido quizás el aturdimiento es demasiado, o porque no tenemos mayores referentes, nos hemos quedado sin héroes ni luchas que sostener (excepto la de vivir diariamente), muchas causas se han ido perdiendo por falta de credibilidad, ni los discursos de nuestros diferentes gobernantes han solucionado la realidad que subsiste en la mayoría de los hogares: falta de empleos y sueldos dignos, falta de educación y calidad de vida.

Este opio inyectado directo a la mente del espectador lo seduce con las artificiales vidas comentadas, haciéndole evadir su propia realidad. Aunque a veces la situación por la que atraviesan las personas bien vale la pena un momento de esparcimiento, pero esta distracción podría estar dirigida a algo más productivo, como por ejemplo podrían dar métodos para retroalimentar el espíritu, así las personas podrían trabajar su capacidad emotiva, enfrentando más tranquilamente las adversidades cotidianas.

Algunos programas llegan a convertirse en controladores de las emociones al incluir risas, con ello le están diciendo al espectador cuando y porque debe reírse. Debería existir un embrujo, una seducción para convencer y refrescar la rutina de esa dueña de casa que entregada a sus labores domésticas prende la Televisión para tener un poco de compañía. Esa mujer es la madre del estudiante, la esposa de un trabajador, ella debería recibir una información dirigida al plano cultural y educativo, para que pueda tener un discurso propio sobre diversos temas.

Gracias a esta producción de economía espiritual que vende privacidad, es que han emergido nuevos escenarios donde se puede apreciar la enseñanza televisiva, entregada en las últimas décadas, ahora el público ventila su intimidad ante las cámaras. La gente quiere ser protagonista por un momento de la pantalla mágica, porque quien no está, no pasa o no es mencionado en televisión da la impresión que no existiera. Es peor, al espectador lo hacen partícipe de encuestas que carecen de relevancia ya que las preguntas y opiniones pertenecen al ámbito farandulero que son cero aporte. En esto quienes son más beneficiados son las empresas de telefonía.

Antes no era bien visto hablar sobre los tropiezos del Otro, sin embargo, hoy con la nueva rama de Opinología (término acuñado en estos tiempos que carece de significado) es una virtud conocer con lujo de detalles la intimidad de las personas y luego divulgarlas como gran noticia de último momento. El mundo está hipnotizado, en un estado de coma mental propicio para recibir órdenes desde la pantalla mágica, pero el ser humano en varias ocasiones ha estado a punto de extinguirse y en último momento se ha salvado. La salvación de este aturdimiento es demasiado fácil, y ojalá podamos apagar el televisor antes de que sea demasiado tarde y ya tengamos los grilletes eléctricos puestos en la pupila.

sábado, 26 de agosto de 2006

Historia Ignorada


No todo está dicho. Aún falta que lo ganado en 206 años aproximadamente, sea asimilado y enseñado en las auras de todos los colegios para obtener mentes sanas, respetuosas y conocedoras de la historia ignorada, que se ha mantenido oculta hasta el momento. Las razones de este ocultamiento, lo más probable, se debió a que el reconocimiento y validación se les otorgaba solamente a los que usaban la fuerza para obtener dominio y respeto dentro de la sociedad.

No se puede pensar ni decir que la historia de las mujeres es un tema obsoleto, pasado de moda y que nada sirve para los tiempos actuales, si fuera así entonces estaría obsoleta las clases de historia en cualquier colegio, la filosofía ya no debería de preocuparse por conocer y estudiar a Platón con su mito de la caverna, como también se debería restar importancia al dualismo cartesiano, en el que R. Descartes dividió los entes en res cogitans, el alma como sustancia pensante que no tiene extensión y en res extensa, la materia pensante. Esta visión marca la tradición del pensamiento hasta hoy. Para que vamos a mencionar a Friedrich Nietzsche, ni los estudios vertidos sobre su asesinato de dios y otros temas.

La Historia de las Mujeres no se debe confundir con feminismo, movimiento loable que ha aportado la descentralización de los valores humanos, como también el reconocimiento del Otro. No porque sea Historia de las Mujeres, significa Feminismo, si fuera así a la Historia del Hombre tendríamos que relacionarla con el Machismo. La Historia de las Mujeres no pasa por un tema de moda, no pertenece a la farándula, es una realidad que tiene un contexto histórico importante y no debidamente valorizado ni reconocido por la sociedad.

Como pienso que el párrafo anterior desmotivó al lector varón, me dirijo a ti mi Querida Lectora Virtual, para decirte que las primeras filósofas de Grecia fueron: Aspasia, Teano, Perictione e Hipatia de Alejandría. En aquella época las mujeres vivían completamente discriminadas, esta segregación era avalada por la opinión pública que difundía Aristóteles sobre la inferioridad del sexo femenino. Cansada de la situación (los esclavos también se cansaron de su esclavitud, pero ese es otro tema), como decía, cansada de la situación la astrónoma Aglaonice de Tesalia, autora de Tratados y Profesora de Ciencias Naturales protagonizó una de las primeras rebeliones femeninas. Además en los siglos V y IV a.c. en Atenas tuvo lugar un pequeño movimiento de emancipación femenina, el cual quedó escrito en “Medea” de Eurípides y en “La República” de Platón.

Por el momento nos remitiremos a la filósofa Aspasia, quien formó parte de los círculos intelectuales y políticos, siendo una experta en retórica. Sus textos de ginecología y obstetricia fueron de gran importancia hasta el surgimiento de la obra de Trótula en el siglo XI. Se casó con el famoso ateniense orador y político Pericles, a quien le escribía los discursos, enseñándole también a hablar y desenvolverse en público. Fue maestra de Platón y Sócrates. Platón la menciona en sus Diálogos, pero quedó oculta por su condición, ya que la inteligencia no era apreciada como una virtud en la mujer. Como si fuera poco, fue procesada y juzgada por impiedad y libertinaje, pero gracias a la intervención de Pericles fue absuelta. Al morir su esposo a causa de una epidemia, Aspasia contrae nuevas nupcias y su rastro se pierde en la historia. Se le atribuyen los epitafios de Mexenen y Tucídides.

Como se puede apreciar es una biografía corta, pues las propias mujeres tenían que forjarse las circunstancias para desarrollarse como sujetos individuales y cuando tenían formado un pequeño espacio propio, eran acusadas de cualquier delito. Para la filósofa Teano la vida no fue muy diferente, el matrimonio con el filósofo y matemático Pitágoras le aseguró el acceso a estudios y conocimientos que le permitieron escribir tratados sobre los poliedros regulares (que tienen varias caras, ángulos poliedros) y una obra donde formuló teorías sobre la proporción. Además en “Sobre la Piedad” hace una profunda reflexión sobre los números de acuerdo a la concepción. Después de la muerte de Pitágoras dirige a la comunidad, a pesar de que la escuela estaba destruida a causa de la rebelión que existió contra el gobierno de Trotona. Con la ayuda de sus dos hijas difundió los conocimientos filosóficos y matemáticos por Grecia y Egipto.

Desafortunadamente nosotras, pequeñas mortales, aún no tenemos acceso a los contenidos de las obras mencionadas. Prometo que he buscado y buscado pero no he podido dar con el contenido, por el momento nos deberemos conformar con estas pequeñas pinceladas, hasta que un alma gentil y generosa nos permita entrar a las páginas de nuestras ancestrales amigas. De Perictioni, sólo se conserva un fragmento del libro titulado “Sobre la Sabiduría” en el que habla sobre las ciencias. Debe ser interesante sumergirse por unos momentos en el pensamiento de estas mujeres, las cuales tenían un pensar puro, ingenuo, no contaminado como el que nosotras hoy en día poseemos. Pero el habitat en el que vivían no me atrae: demasiado frío y cruel, volver a esa época sólo pasa por un acto romántico.

Hipatía

Ahora leeremos la historia de una importante mujer, quien fue víctima de uno de los peores atentados contra la sofhia, (sabiduría).
Hablo de Hipatia de Alejandría. Nacida en el año 370 d.c en Alejandría, ciudad de Egipto, creció en el culto ambiente alejandrino, donde otras científicas como las alquimistas María “la hebrea” y Cleopatra habían dejado su marca. De la madre de Hipatia no se tienen antecedentes, así que esta anónima mujer estuvo casada con Teón de Alejandría, ilustre matemático y filósofo, fue maestro de Hipatia, convirtiéndola en una gran mujer de Ciencia y Filosofía, algo inusual para la época, ya que las mujeres estaban destinadas solamente al hogar.

Teón tenía a cargo el museo, lugar dedicado a la investigación y enseñanza, esta institución había sido fundada por Tolomeo, emperador que sucedió a Alejandro Magno, fundador de la ciudad de Alejandría. El museo tenía más de cien profesores y alumnos que asistían periódicamente, Hipatia, estudió aquí, y aunque viajó a Italia y Atenas para recibir cursos de filosofía se formó como científica en el Museo, permaneciendo en él hasta su cruel muerte. El Historiador del siglo V, Sócrates Escolástico se refiere a ella diciendo “la belleza, inteligencia y talento de esta gran mujer fueron legendarios, superó a su padre en todos los campos del saber, especialmente en la observación de los astros”.

Enseñó e investigó durante veinte años matemáticas, geometría, astronomía, lógica, filosofía y mecánica. Fue oficialmente nombrada para explicar las doctrinas de Platón y Aristóteles, además enseñó geometría, astronomía y álgebra. Diseñó el astrolabio plano, que se usaba para medir la posición de las estrellas, planetas y sol. Escribió aproximadamente 44 libros e inventó aparatos como el idómetro, el destilador de agua y el planisferio. Estudiantes de Europa, Asia y África acudían a sus enseñanzas sobre “La Aritmética de Diofanto”. Su casa se vio convertida en un auténtico centro intelectual.

Dejemos que nuevamente Sócrates Escolástico la describa: “consiguió un grado tal de cultura que superó con mucho a todos los filósofos contemporáneos. Heredera de la escuela neoplatónica de Plotinio, explicaba todas las ciencias filosóficas a quien lo deseara. Con este motivo, quien deseaba pensar filosóficamente iba desde cualquier lugar hasta donde ella se encontraba, pero a más de saber filosofía era también una incansable trabajadora de las ciencias matemáticas”.

Fue heredera de un conocimiento que pocas veces se vio tan engrandecido, pero los cristianos identificaban este conocimiento con el paganismo por lo que quemaron y destruyeron todos los templos y centros griegos, obligando a las personas a convertirse al cristianismo, quien no se convertía era asesinado. Hipatia se negó varias veces a convertirse como también a renunciar al conocimiento griego, a la filosofía y a la ciencia. Fue en la cuaresma de marzo del año 415 que monjes encapuchados y vestidos de negro la sacaron de su carruaje y la arrastraron de los cabellos hasta dentro de una iglesia. Bajo el liderazgo de San Cirilo y su mano derecha Pedro el Lector, la desnudaron y allí frente al altar y el crucifijo le arrancaron la carne de sus huesos con pedazos de ostras afiladas. Después la despedazaron, arrojando finalmente el cuerpo mutilado a las llamas.

De este cruel asesinato en nombre de dios, Sócrates Escolástico nos informa en otro de sus escritos:
“Todos los hombres la reverenciaban y admiraban por la singular modestia de su mente. Por lo cual había gran rencor y envidia en su contra y porque conversaba a menudo con Orestes y se contaba entre sus familiares, la gente la acusó de ser la causa de que Orestes y el obispo no se habían hecho amigos. Para decirlo en pocas palabras, algunos atolondrados, impetuosos y violentos cuyo capitán y guía era Pedro, un lector de esa iglesia, vieron a esa mujer cuando regresaba a su casa desde algún lado, la arrancaron de su carruaje, la arrastraron a la iglesia llamada Cesárea, la dejaron totalmente desnuda, le tasajearon la piel y las carnes con caracoles afilados, hasta que el aliento dejó su cuerpo, descuartizan su cuerpo, llevan los pedazos a un lugar llamado Cinaron y los queman hasta convertirlos en cenizas”.

Orestes informó del asesinato y solicitó a Roma que se iniciara una investigación, pero luego renunció a su puesto y huyó de Alejandría. La investigación se posponía por falta de testigos y más tarde San Cyrilo fue canonizado y elevado a la categoría de santo. Duele enterarse que por un afán de dominio y fanatismo religioso, mueran personas de gran inteligencia, que han aportado al desarrollo y evolución del pensamiento y de la ciencia.

Con el asesinato de Hipatía en manos de los cristianos, se termina la enseñanza platónica en Alejandría y en todo el Imperio Romano, pero no mataron solamente a una persona, mataron a la primera matemática y filósofa mujer de la historia, y a la más notable intelectual de su época. Hipatía pagó con su vida el amor a la sabiduría y a las ciencias, al no someter sus principios a una fe que no respondía a sus ideales y conocimientos, además vivió en un mundo en el que las mujeres no podían hablar en las asambleas ni en los lugares de culto destinados exclusivamente a los hombres, aún así trasgredió las normas, para entregar su gran aporte a la sociedad.

jueves, 17 de agosto de 2006

Insomnio con Tragedia



Como todas las noches me desvelo aunque esté en tus brazos, me desvelo en esta madriguera que siempre huele a cigarro y café bebido hasta el primer síntoma de acidez.

Así construyo o des-construyo la vida, donde uno no tiene más alternativa que vivir o morir, mientras los otros gimen por otras pellejerías más trascendentales que lo vivido en esta pieza de cuatro paredes como todos los dormitorios del mundo.

Herida prehistórica este respiro de encontrar paz. El sistema no está bien, como los nervios de todos los que respiramos con mediana inteligencia con el pulmón lleno de cansancio y el cerebro agobiado por tanta información almacenada, destruida y preocupaciones domésticas varias.

Y yo, una más dentro de los otros, caminando a pulso como todos para no ser aplastada por la manada, así como otros, y que nadie devore lo que me queda de cuerpo. Así como estamos no estoy segura de llegar a la muerte, al igual seguiré caminando aunque las heridas sin sangrar al igual duelen.

Falta tiempo para ser felices, las máquinas se construyeron para que estuvieran al servicio de los humanos, pero ha sido lo contrario. Además las máquinas nos permitirían tener más tiempo para el reposo y no vivir tan agobiados por el exceso de trabajo. Fue una utopía, quizás una de las mejores utopías.

Lo cierto es que ahora una máquina trabaja en mi lugar, se gana mi sustento como también se gana el pan de los hijos ajenos. Somos un puñado de desocupados sin tiempo para ser felices, pertenecemos a una estadística inexistente, a un submundo donde no hay dinero para Internet ni TV cable. A la huesera porque nuestros huesos no son reciclables. A un mundo donde soy una más dentro de los otros que andan por calles nubladas en días de sol.

No hay donde gritar. Todos los espacios están ocupados y no existe una dirección llamada auxilio, donde enviar este insomnio y los gritos acumulados.

Tranquilidad, confianza, nada es para tanto, existe esperanza, no existe la enfermedad de la cesantía, por lo tanto no hay remedio. El insomnio lo he traído desde siempre, es parte mía, a veces duele, a veces duermo.

A veces, como hoy, estoy en tus brazos y olvido lo que duran nuestros besos, las entrevistas pendientes y el currículo número ciento diez por despachar.

Diferente Realidad Animal



En el tráfico habitual de cualquier rutina de todas las ciudades que forman nuestro Chile lindo, existen mundos diferentes caminando con el mismo sentimiento, que cada quien lo manifiesta de la manera más convincente para demostrar y superar la realidad en la que vivimos. Existen hombres, mujeres, infantes pidiendo limosna con o sin descaro, como sea, al igual responden a la frase que todos conocemos desde lejos, “la necesidad tiene cara de hereje”, y existen los otros que venden parche curita, gomitas, chicles, etc. a cambio de una moneda de cien pesos. A este mismo universo que cada día se multiplica como el dolor de una epidemia, se agregan aquellas personas que buscan algo en la basura peleando a veces con un perro por el probable alimento que se encuentra en el basurero, y existen otros que recogen cartones y luego pasan por las casas pidiendo papel de diario. A todos los une el mismo sentimiento de desamparo para sobrellevar el mal vivir que tienen pegado en el estómago.

Esta realidad de la cual nadie quiere leer, porque se supone que la lectura es enseñanza o placer, y la realidad expuesta en el párrafo anterior, no enseña nada y tampoco agrada porque son hechos de la vida cotidiana que vemos a diario y que nada podemos hacer para que la situación de estas personas se revierta, ya que como ciudadanos comunes y corrientes no tenemos el Poder ni el dinero para entregar a cada paso una moneda de cien pesos. De esta realidad que todos vemos y nadie mira, porque duele, incomoda, hoy quiero hacer eco en estas líneas, pero no quiero hablar de las personas afectadas ya que ellas en gran medida pueden salvarse, comunicarse mediante la palabra, y como sea al fin y al cabo deben tener un mal techo que mal los abriga, pero tienen donde llegar después de la ardua jornada de lo que significa vivir o simplemente respirar.

Hablo de esos seres entumecidos, que llevan a cuestas un hambre eterna y que ya ni siquiera pueden responder a su instinto de ladrar. Hablo de los animales que domesticamos y criamos para que nos protegieran y que hoy andan caminando como sombies por la ciudad civilizada en la cual vivimos. Los perros han pasado a formar parte de una realidad de la cual nadie parece preocuparse, y que la Sociedad Protectora de Animales sólo se recuerda de ellos cuando alguien ha querido darles una muerte diferente a la muerte por desnutrición, o porque el animal falleció por las garrapatas que terminaron por quitarle la miserable vida que les quedaba en el pellejo.

Me duele pensar de estar forma, pero no queda remedio. Me duele ver como un perro me sigue si llevo una bolsa de pan. Camina sin ladrar en forma lenta, enferma, con una profunda misericordia en los ojos, lleva esculpido en su andar una súplica que me hace olvidar mi propia realidad. Obvio que le doy un poco de alimento, olvidando que a los perros les hace mal comer pan, y no le puedo dar dos panes porque carecen del sentido de guardar para mañana. Duermen en plazas, debajo de algún banco, todo el mundo los corre y ellos ni siquiera tienen el aliento para defenderse o ladrar, solamente se van con el rabo entre las piernas, las orejas gachas, y con el hambre pegada en el estómago.

No lloran, sólo gimen y pelean entre sus pares por algún trozo de algo, que por lo general es un papel con aceite de papas fritas, y se conforman con pasar la lengua, lo más probable es que este acto lo repitan mil veces y las mil veces se quedan con el mismo vacío, pero pelean por lo que puede ser un milagro que nunca llega, porque a nadie le interesa. Porque estamos acostumbrados a vivir entre los que piden y que son nuestros pares. Nada podemos hacer por ayudarlos, lo poco que se gana en este país, a penas le alcanza a quienes trabajan y ellos no pueden alimentar a un perro de la calle, como tampoco pueden salvar y solventar la miseria de todas las personas que piden caridad. Eso le corresponde a quienes se acuerdan de los pobres solamente cuando necesitan el voto en la urna que promete sueños, pero al final sólo entregan pesadillas.

En resumen, si yo fuera rica tendría una parcela para recoger a estos animales que han tenido que partir a la calle porque en la casa ya no hay comida para perros. Ni para eso alcanza hoy en día la olla de una casa común y corriente, ¡Autoridades, ni siquiera sobra algo en la cocina para alimentar a los perros!. Podríamos pensar que la labor que ellos efectuaban en los jardines de nuestros hogares se ha visto suplida con alarmas, protecciones en puertas y ventanas, es decir, también a las mascotas las alcanzó la tecnología y se han visto desplazados, como una gran parte de la población humana, de la cual también formo parte. Con esto dejo en clara evidencia que formo parte de la estadística de mano de obra desocupada.
Esta enfermedad no tiene remedios ni antídotos, nadie puede recoger al perro que tiró a la calle, si yo fuera autoridad les daría una vida o una muerte digna, pero soy simplemente un ser humano cesante, que después de aplanar calles buscando trabajo llego a mi casa donde aún tengo para calentarme un plato de comida y como es obvio no sobra nada.

miércoles, 16 de agosto de 2006

Complemento de Vida



Durante muchos años trabajé en mi profesión de Secretaria, a su vez continuaba cultivando el oficio de Poeta, el cual ha podido rescatarme de algunos infiernos, como también me ha arrojado a otros, de donde el regreso siempre ha sido con algunos rasguños en alma y cuerpo. Cuando trabajaba anhelaba tener más tiempo para dedicarme a escribir, y ahora que estoy cesante, al cien por ciento desocupada, con la humedad del ocio en cada rincón de mis pasos, resulta que apenas logro concentrarme en las mil maravillas que antes anhelaba hacer.

Todos los lunes hago un aseo general en la casa, pero el resto de la semana quedo desocupada después del desayuno, he aprendido a distribuir el tiempo, entre lectura, corrección de algunos escritos y creación y aunque todo me apasiona existen días en que la angustia me la bebo junto a la primera taza de café de la mañana. Entonces me arreglo y salgo un poco producida a visitar a un amigo que trabaje en el centro de la ciudad. Mientras me cambio de ropa y me pinto los labios, pienso que mi visita debe ser motivo de alegría, por lo que hago un esfuerzo sobrehumano para ponerme una sonrisa en boca y mirada, para no molestar a nadie con esta realidad a la que nadie quiere pertenecer.

No es que me engañe o esconda mi dolor, se trata solamente de sobrellevar con tranquilidad esta situación que no se sabe cuanto tiempo durará. Las preocupaciones por lo cotidiano, perturban la creación, sobretodo a fin de mes cuando aparecen por debajo de la puerta las cuentas de luz y agua. Tener todo el tiempo para dedicarlo solamente a escribir no basta, los seres humanos somos un complemento en base a realidad, espíritu y sueños, vivir solamente en un extremo no es bueno. Si se vive sólo en la realidad podemos caer en la ambición desmedida por lo material, si queremos vivir sólo del espíritu y de los sueños, caeremos en sucesivos espejismos.

Una de las ventajas de estar cesante son las largas caminatas, para economizar pasaje vamos caminando, el día se acorta porque se debe salir de casa con unos cuarenta minutos de anticipación, para llegar a buena hora al punto de encuentro. Otra ventaja es que se aprende a vivir con menos, como también a valorar más las pequeñas cosas que forman el todo de la rutina, hay tiempo para meditar, para ordenar la casa. La casa que nos cobija entre sus cuatro paredes, y la casa que llevamos dentro de nosotros mismos. En estos meses de ocio fecundo he aprendido a cocinar otras cosas que no son huevos fritos, algo se aprende con tanto silencio, silencio obligado en aras de la economía, porque la radio la enciendo sólo algunas horas de la mañana. Estar cesante no es una tragedia, es una realidad desbordante que asfixia sobre todo a quien tiene hijos y deudas, en este caso miedo y angustia van de la mano hacia el templo de la desesperación.

No es mi caso, desde muy temprana edad renuncié a ciertas normalidades de la vida (matrimonio, hijos) para dedicarme solamente al oficio que hasta el día de hoy me acompaña, pero que ahora quiere abandonarme, al parecer estoy demasiado cansada de caminar por las paredes, de mirar el tráfico incesante de maniquíes humanos caminando cada cual hacia su propia tragedia. Al mirarlos es como volver la vista atrás y mirarme, decir “Así era yo, así como ellos” ahora no soy muy diferente, quizás sólo tenga un poco más de hambre, y me pregunto como caminaré cuando encuentre trabajo. Lo más probable es que mis pasos vuelvan a la velocidad, la mirada se volcará en un punto fijo y el espíritu tendrá la sensación de estar llegando a puerto. Por el momento debo conformarme con la inestabilidad, levantarme temprano todos los días, aunque un poco más tarde, y ordenar los sueños de escribir algo con la esperanza que algún día pueda vivir de la venta de mis libros para dejar de sentir esta pequeña humildad que roza la humillación. Es cierto un dejo de humillación se aloja dentro de la persona y una cierta humildad comienza a vestirse con nuestras ropas. Pero no importa son experiencias de vida que no están registradas en ningún título profesional, sólo se aprenden y se perfeccionan en las almohadas de la calle.

Talca está empapelado con mi curriculo vitae, voy donde me digan, más no puedo hacer, estoy tranquila, aunque la desesperación como hoy me envuelve, pero soy zorra vieja y se que debo quedarme en la trinchera soportando el mordisco, esperando que se termine este ciclo, leyendo y escribiendo aunque no pueda, pero hacer algo que me haga sentir útil aunque a la sociedad, al mercado y al mundo no le sirva, porque no existe lucro, impuesto, ni se puede tranzar en la bolsa de valores. El eje de mi vida tiene tres estaciones, una de ellas es escribir porque escribiendo estoy viva y vivo aunque haya escrito desde el infierno, aunque hayan tenido que recogerme de tantos lugares sospechosos y culpables, escribo y vivo y muero y soporto cualquier pellejería porque la vida del escribiente nace del dolor y de la burla y de la muerte. Muerte que a veces se provoca para ir en búsqueda de un verso, escrito a orillas de la noche.

Que me disculpen los colegas de la cesantía por hacer de este ocio un emblema, que me perdonen los que se levantan a las seis ó siete de la mañana para ir a trabajar, mientras yo recién me voy a la cama, y es que escribir me ha salvado de la desesperanza de vivir, trabajar y morir, y el trabajo me ha salvado solamente de no tener hambre.
mañana de agosto 10:20 AM

jueves, 13 de julio de 2006

Vida de Pueblo



VIDA DE PUEBLO EN LA CIUDAD
Silvia Rodríguez B.
Poeta

Es alarmante. Es sorprendente. Es inconcebible tan poca tolerancia con el mundo actual en el que mal vivimos. Antes las riñas entre grupos (al menos en mi pueblo) eran los del Norte contra los del Sur. El pueblo era una calla larga y como es obvio todos se sabían la vida de todos. La lucha era quien demostraba algo mejor, en el fútbol, baile y nadie podía pololear con una persona del bando contrario porque ahí se armaba la grande. Las ramadas eran un punto de encuentro en común, el sitio donde algunos problemas se arreglaban a combo limpio, rara vez quedó un muerto, solo moretones o algún ojo en tinta que no importaba tanto si había limpiado el apellido o la honra de alguna mujer de la familia.

El pecado mayor era entrar a robar uva a las viñas de los hacendados Corvalán o ser amiga del sacristán y comer hostias con un poquito de vino sin bendecir. La señora Martita era una vieja de mierda que vivía pegada a la ventana, tenía la costumbre de decirle a mi mamá: “El otro día ví a su niña de la mano con un joven de la Población Victoria, ¿Estará pololeando”. Por este comentario muchas veces fui castigada justa o injustamente. Porque la Señora Martita no mentía, una persona que va todos los domingos a misa no puede mentir. Aún así, nunca le quebramos los vidrios, ni fue apedreada.

Esta escueta radiografía corresponde a hechos verídicos de hace veinticinco años atrás. La vida de un pueblo no es lejana a la de una población inserta en una ciudad, como sea en cualquier lugar se forman grupos y existe el comentario, pero en veinticinco años los grupos se han convertido en sectas. Ahora hay góticos, punks, drags, fascistas, anti-fascista, neo-nazis, anti-nazis, y los anti-todo, ¿Cuál de ellos construirá realmente un mundo mejor?
Como ahora surgen tantos grupos podría emerger alguno original, por ejemplo, un "Clan Nazi Gay". Los sociólogos dicen que estas agrupaciones responden a una realidad marginal, o sea, están fuera de la sociedad. Existen muchas personas que están fuera del sistema porque su realidad no les permite acceder a una mejor calidad de vida, pero no por ello se andan golpeando, cobrando venganzas ni haciendo vendetas por las calles.

Dudo que los integrantes de estas sectas sean ignorantes, por el contrario, deben ser medianamente inteligentes y deben conocer muy bien la historia del grupo al cual pertenecen. Con la inteligencia que tienen como no se dan cuenta que son seres humanos, que el otro que piensa, viste y actúa diferente también es un ser humano, que tiene familia y si no la tiene, al menos tendrá alguien que lo llore. Arreglar las cosas matando al otro, porque es de raza diferente o porque piensa diferente, sería una cuestión fácil, si la solución pasara por el aniquilamiento no tendríamos sobre-población. Entonces yo debería matar al jefe que me echó de la pega, sin motivo alguno, los propietarios de las casas Chubi deberían matar a los jefes de la empresa constructora y también al Ministro de Hacienda, la gente que va de urgencia a un hospital, después de estar una hora esperando, debería matar a la enfermera y luego al doctor. El mendigo, el ermitaño deberían matar al culpable de su precaria situación, los poetas que no tenemos fama deberíamos matar a los famosos. En resumen los ofendidos deberían matar al que ofende.

Vivir no es fácil, ganarse el pan dignamente, forjarse un futuro en forma honrada no es fácil. En gran medida cada cual forja su propio destino, las circunstancias no siempre nos favorecen y existen personas que no tienen una oportunidad para surgir, algunas mujeres, hombres y travestis, probablemente no tuvieron otra opción más que el de prostituirse y no por ello habría que golpearlos o matarlos para formar una sociedad o raza pura. No se puede construir un país mejor, a base de homicidios, una víctima sólo da fuerza y poder, ya que su sangre, su gesto, su rostro, se apoderan de la mente del victimario ¿Cómo se puede vivir, dormir, ser feliz con odio y sangre en las manos?

Entonces, el día de mañana, cuando un integrante de estos grupos forme familia y tenga un hijo que piense, vista, actúe diferente y no acepte su ideología, tendría que hacerlo entender a puñetazos y patadas o matarlo. Mejorar la sociedad pasa primero por la familia, aquí está la base de cada individuo, los cimientos éticos y morales, la guía espiritual que nos servirá de escudo para defendernos de influencias negativas porque nuestros valores son como una marca traída desde el nacimiento.

Con la ley de la calle que existe ahora, la señora Martita tendría los vidrios rotos o habría amanecido muerta una mañana de domingo. Todo pasado fue mejor, en este contexto es verdad, el movimiento Hippie fue mejor, pura paz y amor, todos con flores fumando marihuana, haciendo productivo el ocio en su máxima expresión, viviendo en comunidad donde la comida se repartía igual para todos. Al pasar de los años, el cintillo de los varones se cambió por corbata y las túnicas de las damas en traje de dos piezas. No aceptaban el sistema, pero la vida da muchas vueltas, al final hay que bajar las manos con dignidad y resistir en la trinchera de los valores que hemos defendido, siendo honestos, tratando de ser justos y sinceros, respetándonos a nosotros mismos y también al otro. Defender una causa es bueno, siempre y cuando no perjudique a nadie, así fue la revolución pingüinense, probablemente aún no consiguen ni la mitad de lo que pidieron pero los estudiantes hicieron que este país se detuviera, y estremecieron a los Ministros que tienen la costumbre de decir que todo está bajo control, aunque el piño de ovejas ande perdido.

En esta vida no existe una verdad absoluta, cada ser tiene su propia verdad, sólo existe un orden social regido por la señora Religión o el señor Estado, una justicia ya sea divina o terrenal, pero justicia a la cual debemos responder. Aunque alguien se pinte la cara o el pelo de verde, ande rapado, con ropas negras, o sea punk, gótico, nazi, neo nazi, anti-todo, o pertenezca al Club de Tobi, al de la Pequeña Lulú, o sea amigo de Mafalda, al igual debe respetar y regirse por el orden social establecido. Realmente uno puede hacer lo que quiere en este mundo, pero sin molestar a nadie y por supuesto sin dar motivo a los Carabineros para que nos busquen y nos lleven preso. Eso es todo.